Cuando alguien ve una fotografía en internet, en una revista, en un periódico, en una web...detrás de ella hay un trabajo inmenso. No solamente es apretar un botón de la cámara.

En este caso, pongamos el ejemplo de una sesión fotográfica en exteriores.

Durante muchos días planificas qué encuadres, qué lugares, qué persona, qué complementos harán la magia. Si es una sesión en exteriores, la climatología es muy importante. Hay veces que tienes que cambiar de planes porque llueve o se pone nublado. También tienes que hacer la sesión en las mejores horas de luz.

 Conduces y empiezas a buscar ese sitio donde quieres hacer la sesión fotográfica. Muchas veces son diferentes localizaciones. Cuando tienes clara la ruta, tienes que pensar en esa persona que hará de modelo. Imaginen que quieren hacer la portada de una revista que trate de música (imaginen que le han buscado para hacerla e imaginen que le dan plena libertad para ello) 

 Quién mejor que un gran músico, mejor persona, compositor y además director de orquesta para que pose. Si lo conoces, eso es un mérito ya para la propia fotografía. Le "robas" tiempo y estás con él toda una tarde para realizar las fotografías. Le pides que lleve diferente ropa, que lleve sus instrumentos, que pose de una manera o de otra. Confía en tu trabajo y se entrega. Sabe que no es para él, que es para esas terceras personas que te lo han pedido.

Después de hacer toda la sesión fotográfica, con lo que ello conlleva de gasto económico (gasolina, uso de la cámara, uso de tarjeta de memoria), después de eso tienes que echar mucho tiempo en visualizar las fotografías, decidir cuales son las ideales, editarlas. Ordenador, programa de edición...(seguimos añadiendo más coste a nuestro trabajo)

Mientras has realizado todo ese trabajo de organización, de fotografía, de edición, has dejado de hacer otros.

La persona que ve esa fotografía en internet, en una revista, en un periódico, en una web...está visualizando el resultado de varios días de planificación, de buscar ideas, de diseño, de quedar con otra persona, de cuadrar agendas, de edición fotográfica, de TIEMPO.

Eso se paga, como se pagan otros muchos trabajos.

Por ello, cuando pidan una fotografía gratuita, piensen en todo el coste que hay detrás de ella. Coste económico, mental y físico. 

Y, después, no se den el lujo de rechazarla. 

Imaginen.

(Muchísimas gracias a mi amigo/músico/modelo por todo y más)