No voy a negar que lo que me ha traído hasta aquí ha sido todo un reto y algo que tenía muchas ganas de hacer desde hace tiempo: doble exposición, analógico y autorretrato. Desde que una vez vi el autorretrato de Susan Meiselas quise hacer algo parecido, era una fotografía que decía más de lo que las palabras podían hacer. Eso para mí, es un autorretrato.
Así que hice estas pruebas, que veis aquí, de diferentes formas. En algunos autorretratos estoy casi invisible y es porque primero hice la fotografía al sillón vacío, luego en la otra toma ya me situé sentada y disparé de nuevo. Hay otros autorretratos donde se me ve dos veces. Ahí disparaba una vez sentada en una postura y luego disparaba de nuevo con un objeto en la mano o con diferente postura a la anterior.
Para todas estas fotografías necesité un trípode y flash externo, ya que las hice en interior. Todas menos la última que la realicé en la calle y no me hicieron falta estos dos elementos. En este caso, hice una fotografía y para hacer la otra cambié el número F un paso.
La cámara que he usado es una Nikon FM10, un objetivo de 35mm y el carrete es un Ilford FP4 Plus iso 125.
Todo lo que se tiene que usar después es la imaginación y las ganas de crear.
Vuelvan pronto, son bienvenidos.